Ojos sin vista.
Mi mano se ausenta por un instante, mientras delicada y fria toma un resto de cenizas y lo tira al piso.
Es mi ritual de la buena suerte.
¡ Para cuando deje ...
Y mis falanges, aun sucias por tanto desparpajo de quemarse y dar, dan una vuelta en reversa, hacia mis ojos, secando el maquillaje recien quitado y ya encendido en otro rostro.
Dar cenizas a l viento.
Papeles sin retorno.
Tal vez hoy.
Hoy sin un maƱana podre maquillarme otra vez.
Y esta vez sin cenizas que regalar al viento.
Tal vez hoy.
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